lunes, 4 de mayo de 2009

Mi animal favoriiiiitoooooo!!!!


Los tigres blancos son especímenes individuales del tigre ordinario (Panthera tigris) con una condición genética que casi elimina el pigmento en la piel normalmente naranja, aunque las rayas negras no se ven afectadas. Esto ocurre cuando un tigre hereda dos copias del gen recesivo para la coloración pálida: nariz rosa, ojos color azul hielo, y piel de color blanca a crema con rayas negras, grises o de color chocolate


domingo, 8 de marzo de 2009

Última conversación


Una pareja corría en su moto por la autopista a más de 100 km/h…
CHICA: Baja la velocidad… estoy asustada.
CHICO: Esto es divertido, " agárrate a mí "
CHICA: No, no lo es, por favor… tengo mucho miedo
CHICO: Entonces… dime que me AMAS….
CHICA: TE AMO por favor baja la velocidad…
CHICO: Ahora…, dame UN FUERTE ABRAZO…
La chica lo abraza…
CHICO : Ahora …, puedes quitarme el casco por favor?
me está molestando… póntelo tú….
Oye… TE AMO…
En el periódico al día siguiente:
Una motocicleta se estrelló ayer
contra un edificio por un fallo de los frenos,
sólo sobrevivió una de las dos personas
que iban en ella…
La verdad… En medio de la autopista el chico
se dio cuenta de que sus frenos no reaccionaban
pero no quería que la chica lo supiera.
Le pidió que le dijera que le amaba
y él le dijo que la amaba también
y que lo abrazara (por última vez)
y le dijo que se pusiera el casco para que ella viviera
aunque ello implicaba… su propia muerte

Niña Colegiala


Niña colegiala


Yo lo sabía desde aquella mañana que le vi. El iba con sus amigos en su moto. Cuando se quito aquel casco delante de aquel Pub le vi, Dios Mío Lo Que Sentí!! Sus ojos eran marrones como la tierra y rápidos como el aire, su piel morena y su pelo negro como la noche más oscura. El se volvió cuando uno de sus amigos gritó su nombre y miro para él. En pocos días mis libros y mis cuadernos se llenaron con su nombre y mi corazón de sueños y fantasías. Cada tarde cuando salía de clases me iba al parque donde sabia que el estaría, y me escondía en una esquina, temerosa a que me viera vestida de uniforme y me tomase como una niñata, niña soy pero con el corazón capaz de quererle con todo el amor del mundo. Y cuando él sonreía… creía que me moría!! Se echaba ligeramente hacia la izquierda y adquiría un gesto de niño revoltoso. Una tarde que estaba sentado en frente de sus amigos le dio la ultima calada a un cigarrillo arranco la moto y se fue sin su casco. Yo le seguí con la mirada, de pronto apareció un coche, salí decorriendo hacia allí. Cuando llegué tenia medio cuerpo bajo el coche, el hombre que conducía salió gritando una y otra vez que lo sentía, me agache y puse su cabeza sobre mis rodillas. Le quedaba un soplo de vida, solo dijo: “mi niña colegiala” y dejo de existir, le cerré sus ojos marrones y me levanté. Cuando me di la vuelta todos sus amigos miraban el cuerpo sin vida y oí un susurro que decía MIRAD!!...esa es la chica de la que estaba enamorado!!


La Rosa Negra



La rosa negra



Por fin, llegué a tu morada, a tu reino, a tu castillo. Allí estabas tú, junto a las murallas, esperando. Se te distinguía a distancia, tu hermosura radiaba iluminando todo el día, solo podía ser una persona, solo podías ser tú. Llegaba algo tarde, pues a mitad de camino, tuve que parar en mi viaje, para dar descanso a mi caballo, pero eso a ti no te importo, seguías ahí, confiando en nuestro encuentro. Mientras los pasos de mi caballo me acercaban a ti, pude observar como levantabas la cabeza poco a poco, divisando mi silueta sobre el caballo. Baje despacio, no quería demostrar impaciencia ni nerviosismo. Me tendiste la mano, la cual yo besé y me costó soltar, era tan dulce, tan suave... q ya me demostraba seguridad.Me invitaste a pasar, atravesamos un jardín hermoso, lleno de hermosas rosas y fuentes, de las cuales, el agua brotaba con total libertad. La noche ya estaba empezando a hacer aparición, y se distinguía alguna que otra estrella en el cielo.Mientras avanzábamos por el jardín camino del interior de tu hermoso castillo, mis ojos fijaron un momento la vista, sobre una rosa... una rosa negra, la cual me causó un inquietante saber de ella, pero... al darte cuenta de que la estaba observando, la miraste fugazmente y tiraste de mi mano, la cual tenias cogida y eso, me hizo pensar que, quizá, no te agradaba su presencia. Entramos en el interior, y la conversación fue fluyendo ente nosotros, hubo un momento en que nuestras manos se acariciaron, al intentar coger los dos a la vez uno de los pocos frutos que quedaban sobre una bandeja dorada. En ese momento mi corazón casi se sale de los más interno de mi pecho y pude notar en tus ojos un brillar nunca visto. Sabía a ciencia cierta que por mi corazón estaban rodando sentimientos que hacía tiempo no había sentido. A pesar de todo, la conversación siguió su curso. De tus labios manaban sonrisas que me hacían sentir bien, sonrisas que me hacían desear besar tus labios, calmando el suspiro de los mismos.Poco tardé en acariciar tu rostro, el cual apoyabas sobre mi mano, cada vez con más fuerza. En un momento, en un solo suspiro, nuestros labios ya eran parte de los dos, ya eran una misma cosa, ya eran un hermoso beso ente dos corazones. Fueron más de un beso, más de una caricia, mientras el momento de la despedida llegaba.Tú te levantaste, pediste perdón, y me dijiste que volvías en seguida. Saliste al jardín, y yo en mi afán de no perderme tu belleza, te observé por la ventana y, allí estaba tú, junto aquella hermosa rosa negra, llorando. Pude ver como las lágrimas resbalaban por tus mejillas, y no comprendía el por que, pero, comprendí, q aquella rosa, debía ser muy importante para ti, debía ser ese lugar donde llorabas a gusto, para desear no ser vista. Por alguna razón no querías que viera tu tristeza, tus lágrimas bañándote el rostro.Cuando volviste a entrar, no tuve el valor de preguntar el porque de esas lágrimas, y solo me aferré en despedirme rápidamente para que mis ojos no demostraran la tristeza que me inundaba. Tras un largo abrazo y un dulce beso, me acompañaste a la puerta y una vez allí, me dijiste, arrancara de raíz esa rosa, que en ella me llevaría tu corazón, tus sentimientos, tus lágrimas, que no me dejara engañar por el color y que la cuidara mucho, que esa rosa en mi mano reflejase todo el amor ofrecido en una noche, porque en ella tú, habías reflejado tus sentimientos hacia mi durante mucho tiempo. Me dijiste también, que cada vez que la mirara, recordara que tu deseabas repetir lo vivido.Una vez en el jardín, me acerqué a la rosa y, con mucho cuidado la cogí, y la miré durante un rato y, me di cuenta de que esa rosa, sería la primera de un jardín repleto de rosas del mismo color, pues en ella me llevaba tu corazón, y yo en ese lugar te dejé todo mi amor.


jueves, 26 de febrero de 2009









PrInCeSa De Un CuEntO qUe NaDiE eScRiBiO...













jueves, 19 de febrero de 2009